Cuando estás embarazada o eres una mamá primeriza, escuchas muchas cosas sobre la lactancia materna. Quizás hagan que te preguntes si la lactancia materna es lo que más te conviene.
MITO VS. VERDAD
Estos son algunos mitos comunes que debes tener en cuenta. No dejes que te asusten, la mayoría no tiene ningún fundamento.
"No amamanté a mis bebés y no tuvieron ningún problema".
La verdad es...
Podemos poner en práctica toda la información que vamos aprendiendo para darles a nuestros hijos el mejor comienzo posible. En el pasado, a las mujeres que usaban fórmula para bebés les decían que era bueno para ellas y para sus bebés. Hoy en día, sabemos más sobre los beneficios de la lactancia materna a corto y largo plazo, y no hay duda de que la lactancia materna ofrece la nutrición perfecta para el bebé en cada etapa del crecimiento.
Quizás escuches...
"Amamantar al bebé durante mucho tiempo consiente al bebé".
La verdad es...
Para nada. Los bebés pequeños dependen totalmente de ti para todas sus necesidades. Amamantar no consiente al bebé ni hace que dependa demasiado de ti. De hecho, ¡le ayuda a formar lazos de apego! Puedes seguir amamantando a tu bebé mientras tú y él lo deseen; hasta los 2 años o más está bien. Los niños que se alimentan con leche materna durante más tiempo siguen disfrutando de la protección que ésta da y suelen ser más independientes y seguros de sí mismos.
Quizás escuches...
"La fórmula es tan buena como la leche materna".
La verdad es...
Algunas cosas no se pueden fabricar. La leche materna es un alimento desarrollado especialmente para el bebé, y va cambiando en cada etapa para adaptarse a sus necesidades. Estos ingredientes importantes no están en la fórmula. La leche materna tiene anticuerpos, antivirus y antialergénicos que protegen al bebé de las enfermedades. También tiene hormonas que ayudan al bebé a crecer. Es más fácil de digerir y tiene más vitaminas y minerales que la fórmula. Además, la leche materna es gratis, fresca y segura, y el bebé puede tomarla en cualquier momento y en cualquier lugar.
Propiedades
Leche materna
Fórmula
Más información
Proteína
La proteína en la fórmula viene de la leche de vaca y es difícil de digerir para el bebé. La proteína de la leche materna es más fácil de digerir y esto reduce la frecuencia de vómitos y diarrea.
Carbohidratos
Las fórmulas no tienen la misma composición de carbohidratos que la leche materna. Esa composición específica es lo que hace que la leche materna sea perfecta para los bebés.
Colesterol
El colesterol de la leche materna hace que tu bebé tenga menos probabilidades de tener enfermedades del corazón.
Ácidos grasos (DHA y ARA)
Los ácidos grasos de la leche materna ayudan a desarrollar el cerebro del bebé. Los ácidos grasos en la fórmula se fabrican de algas y hongos y puede que no funcionen igual.
Vitaminas y minerales
La leche materna tiene exactamente la cantidad correcta de vitaminas y minerales para su bebé. En la fórmula, puede que se agreguen en grandes cantidades y no se absorban bien.
Enzimas
Las enzimas ayudan a descomponer la grasa, la proteína y los carbohidratos.
Factores de crecimiento
Los factores de crecimiento fomentan el crecimiento de la piel, los nervios, los intestinos y los vasos sanguíneos del bebé.
Antiparasitarios
Los antiparasitarios protegen al bebé.
Antialérgicos
Amamantar exclusivamente reduce el riesgo de alergias para su bebé.
Antivirales
Las propiedades antivirales matan a las células dañinas.
Hormonas
Las hormonas pueden ayudar a calmar a su bebé, crean lazos fuertes, ayudan la digestión del bebé y reducen las posibilidades de que el bebé sea obeso.
Anticuerpos (refuerzos inmunológicos)
Los anticuerpos protegen al bebé contra microbios e infecciones. Se pasan de usted al bebé por medio de la leche materna.
"La lactancia materna te funciona o no te funciona. El primer día sabrás si puedes hacerlo o no".
La verdad es...
La lactancia materna se aprende con la práctica. Puede tomar tiempo para que la mamá y el bebé aprendan cómo funciona y se sientan a gusto. Los bebés prematuros no siempre pueden alimentarse con pecho inmediatamente, pero aun así necesitan la leche materna. Con la información y el apoyo adecuados, casi todas las mujeres pueden amamantar con éxito. ¡No te des por vencida!
Quizás escuches...
"Si tu mamá tuvo problemas con la lactancia materna, tú también los tendrás".
La verdad es...
La capacidad de amamantar no se hereda, más bien se logra gracias al apoyo y la ayuda adecuados. Aunque tu mamá o hermana pensaban que no podían amamantar, es muy probable que tú sí puedas hacerlo. De hecho, aunque hayas tenido problemas para amamantar a tu bebé más reciente, probablemente puedas amamantar. No dejes que otras personas te desanimen.
Quizás escuches...
"Si amamantar te duele, debes empezar a usar fórmula".
La verdad es...
Amamantar no tiene por qué ser doloroso. Al principio es normal que tengas los pezones doloridos, pero el dolor desaparecerá a medida que tu cuerpo se vaya acostumbrando.
Amamantar puede doler por varios motivos. Por ejemplo, es posible que el bebé no se esté agarrando bien del pecho o que durante los primeros días los pechos se llenen demasiado. Una especialista en la lactancia te ayudará a identificar el problema y a resolverlo. La clave es que recibas ayuda rápidamente para evitar reducir el suministro de leche y tener que empezar a usar fórmula.
Quizás escuches...
"Tener los pechos pequeños (o grandes) dificulta la lactancia materna. No te sorprendas si no te va bien".
La verdad es...
¡TODOS los pechos son buenos para la lactancia materna! Sea cual sea su tamaño, los pechos pueden producir suficiente leche, y los bebés se pueden alimentar sin importar el tamaño de los pechos o los pezones. Una especialista en la lactancia te ayudará a encontrar la posición que funcione mejor para ti y tu bebé.
Quizás escuches...
"No puedes amamantar si te has operado de los pechos".
La verdad es...
¡Por lo general, no es cierto! La mayoría de las mujeres que se han operado para el aumento de pecho sí pueden amamantar. También pueden amamantar algunas mujeres que se han hecho una operación de reducción de pecho. Muchas mujeres pueden amamantar incluso después de una operación de cáncer. Si te han operado, habla con una especialista en la lactancia. Te brindará más ayuda si la necesitas.
Quizás escuches...
"Si tienes gemelos, no puedes amamantar".
La verdad es...
¡Por supuesto que puedes! Tu cuerpo puede producir suficiente leche para alimentar a gemelos o trillizos. A algunas mamás les gusta amamantar a los dos bebés a la vez. Otras prefieren amamantarlos uno por uno. No todas las mamás y los bebés prefieren las mismas posiciones para amamantar. Para amamantar a varios bebés a la vez se necesita paciencia, creatividad y el apoyo de la familia, pero los beneficios para la salud y los lazos de apego que desarrollarás con tus bebés valdrán la pena.
Quizás escuches...
"Si vas a regresar al trabajo, no vale la pena amamantar".
La verdad es...
Muchas mamás que trabajan siguen amamantando y tú también puedes hacerlo. Empezar a amamantar pronto y hacerlo a menudo son las claves para el éxito de la lactancia materna, porque te ayudará a producir más leche que te podrás extraer cuando regreses al trabajo. Por ley, los empleadores tienen que ofrecer a las mamás que regresan al trabajo descansos periódicos y un lugar privado para extraerse la leche. Aunque hay que planificar de antemano, la lactancia materna es posible y beneficiosa para las mamás que trabajan y sus bebés. Aunque no estés segura, inténtalo. Durante las primeras 4 a 6 semanas y hasta que el bebé cumple 1 año o más, los beneficios de la lactancia materna son enormes y duran toda la vida. Recuerda, ¡cada onza cuenta!
Casi todas las mujeres que alimentan a sus bebés solo con leche materna, es decir, sin usar ninguna fórmula ni otros líquidos, producen suficiente leche para que el bebé quede satisfecho. La lactancia materna se basa en la oferta y la demanda: entre más amamantes a tu bebé, más leche producirá tu cuerpo. Durante los primeros días, es importante que el bebé se alimente directamente de tus pechos y que pueda hacerlo tantas veces como lo necesite. Tu bebé tendrá un comienzo saludable, y tu cuerpo producirá suficiente leche para ayudarle a seguir creciendo.
Quizás escuches...
"Si mi bebé llora, seguramente significa que no estoy produciendo suficiente leche".
La verdad es...
No es así. Los bebés lloran por varias razones. Es normal. Cuando tu bebé llora, te está diciendo que quiere que algo cambie. Quizás tenga hambre o quiera que lo cargues, lo tranquilices, lo hagas eructar o le cambies el pañal.
Quizás escuches...
"Tu leche es poco espesa".
La verdad es...
La leche materna al principio es muy espesa (es el calostro, la leche más importante) y después de unos días se hace más líquida. Eso es normal. No existe leche materna que sea demasiado líquida.
Quizás escuches...
"Los bebés tienen que aprender a tomar el biberón".
La verdad es...
¡No es cierto! El bebé extrae la leche de tus pechos mejor que cualquier sacaleches eléctrico o manual. Para empezar a producir leche, es bueno que el bebé se alimente directamente del pecho durante las primeras 4 a 6 semanas o hasta que regreses al trabajo. Después, puedes empezar a guardar biberones con leche materna para que otra persona alimente al bebé. Tus amigos y familiares quizás quieran cargar al bebé para darle el biberón, pero durante las primeras semanas también pueden formar lazos de apego con el bebé de otras maneras.
Quizás escuches...
"Una vez que el bebé haya empezado a tomar el biberón, ya no querrá alimentarse con pecho".
La verdad es...
A algunos bebés les cuesta pasar del biberón al pecho una y otra vez. Los chupones para biberón hacen que la leche fluya más rápido. Después de tomar el biberón, es posible que tu bebé no quiera esforzarse más para alimentarse del pecho. Usar chupones y biberones de flujo lento ayuda a que tomar el biberón sea más parecido a alimentarse del pecho. Para evitar problemas, es mejor que durante las primeras 4 a 6 semanas o hasta que regreses al trabajo, el bebé solo se alimente directamente del pecho. Si después decides usar un biberón, pídele a otra persona que se lo dé. Así, el bebé te identificará a ti como la persona que le da pecho y se acostumbrará a tomar el biberón con las otras personas que lo cuidan.
Quizás escuches...
"La fórmula llena a los bebés más que la leche materna".
La verdad es...
¡Falso! La fórmula es más difícil de digerir y es más probable que el bebé tenga gases o problemas digestivos. Los bebés digieren la leche materna de forma más rápida y fácil que la fórmula. Así su cuerpo no tiene que esforzarse tanto. También significa que el bebé estará listo para volver a comer más pronto. Comer más a menudo no siempre significa que el bebé no está satisfecho. Es normal y así debe funcionar el cuerpo de tu bebé.
Quizás escuches...
"Los bebés que se alimentan con fórmula duermen más".
La verdad es...
Tu bebé tarda más tiempo en digerir la fórmula y esa puede ser la razón de que espere más entre tomas y duerma más tiempo. Sin embargo, los bebés que se alimentan con pecho duermen más seguro. Despertarse más a menudo protege a los bebés del síndrome de muerte súbita infantil (SIDS), una de las causas principales de mortalidad entre los bebés menores de 1 año. Un sueño más seguro es un beneficio importante de la lactancia materna.
Quizás escuches...
"Los bebés no necesitan leche materna una vez que empiezan a comer alimentos sólidos".
La verdad es...
El bebé crecerá bien tomando solo leche materna hasta que pueda digerir alimentos sólidos a los 6 meses de edad aproximadamente. A los 6 meses, el bebé todavía necesitará principalmente leche materna, y a medida que vaya creciendo, irá remplazándola poco a poco por alimentos sólidos. La leche materna cambia a medida que crece el bebé. Le brinda la nutrición perfecta a todas las edades, incluso hasta los 2 años o más. También protege al bebé de enfermedades y les ayuda a los dos a mantenerse más saludables durante toda la vida. Ningún otro alimento es tan bueno para el bebé como la leche materna.
Quizás escuches...
"Agregar un poco de cereal al biberón ayuda al bebé a dormir toda la noche".
La verdad es...
¡No lo hagas! Los bebés no pueden digerir bien los alimentos sólidos hasta los 6 meses (aunque sea blando, el cereal se considera un alimento sólido). Agregar cereal al biberón no proporciona ningún beneficio para la salud y no ayuda a tu bebé a dormir toda la noche. Los bebés que son amamantados se despiertan a menudo porque la leche materna es fácil de digerir y el cuerpo necesita nutrición para satisfacer las necesidades de un crecimiento rápido. La leche materna directamente del pecho es lo mejor que puede comer antes de dormir.
"No importa si usas un biberón con fórmula de vez en cuando".
La verdad es...
Sí que importa. La lactancia materna se basa en la oferta y la demanda. Entre más amamantes, más leche producirás. Reemplazar una toma por fórmula reducirá tu suministro de leche. Durante las primeras 4 a 6 semanas, o hasta que regreses al trabajo, el bebé solo debe tomar la leche del pecho para que así puedas producir una buena cantidad de leche. Después, puedes dejar que otras personas le den la leche que te hayas extraído.
Quizás escuches...
"El papá tiene que alimentar al bebé para que puedan formar lazos de apego".
La verdad es...
Claro que los papás tienen que formar lazos de apego con el bebé, pero hay muchas otras maneras de conseguirlo. Una de las mejores maneras es que el papá cargue al bebé piel con piel desde el principio. El papá también puede participar en todos los cuidados del bebé, calmándolo, tranquilizándolo, cambiándole los pañales y bañándolo. Apóyalo en estas actividades y asegúrate de que pasa tiempo a solas con el bebé. El papá también desempeña un papel importante ayudándote con la lactancia materna. Puede ver si el bebé está mostrando alguna señal de que tiene hambre y traértelo para que lo amamantes. Puede asegurarse de que tengas todo lo que necesitas mientras estás amamantando y calmar al bebé cuando hayas terminado. La función del papá es esencial, ¡anímalo!
Quizás escuches...
"Dar el biberón ayuda a los familiares a desarrollar lazos de apego con el bebé".
La verdad es...
Los familiares pueden desarrollar lazos de apego con el bebé de muchas maneras durante esas primeras semanas tan importantes en las que amamantas y vas creando tu producción de leche. Pídele a tu familia que cargue y abrace al bebé y juegue con él entre las tomas. Esto le ayudará a crecer, desarrollarse y formar lazos de apego saludables y tú podrás descansar.
Quizás escuches...
"Amamantar es ofensivo para otras personas. Nadie tiene que verlo".
La verdad es...
Nunca debes sentir pena por alimentar a un bebé con hambre. Si te sientes incómoda amamantando cuando hay gente en casa, pídele que regrese cuando hayas terminado. Mientras tú y el bebé se acostumbran a la lactancia, quizás te sientas más cómoda hacerlo en privado. Después, puedes usar una cobija delgada para taparte si quieres privacidad cuanto estés en público. Pero no tienes que taparte; la ley permite amamantar en público en cualquier lugar donde tengas el derecho de estar, incluso en parques y restaurantes.
"Las mamás que amamantan no duermen lo suficiente".
La verdad es...
Fíjate que aunque los bebés que se alimentan con pecho duermen durante intervalos de tiempo más cortos, las investigaciones muestran que las mamás que amamantan duermen más y mejor. Las mamás que amamantan también dicen tener más energía durante el día y sentirse menos agotadas que las mamás que usan fórmula. Las mamás que amamantan no tienen que perder tiempo mezclando o calentando la fórmula porque la leche materna siempre está disponible para el bebé a la temperatura ideal.
Quizás escuches...
"Amamantar es duro. Toma demasiada energía".
La verdad es...
¡Ser mamá es un trabajo duro! Con la lactancia materna te ahorras tener que mezclar, limpiar y llevar contigo los biberones. Te permite descansar mientras estás amamantando y produce las hormonas que te ayudan a estar más relajada y tranquila. Además, tiene la ventaja de que te ayuda a volver más rápidamente al peso que tenías antes del embarazo.
Quizás escuches...
"Las mamás tienen que tener cuidado con lo que comen si están amamantando".
La verdad es...
Si amamantas, puedes seguir comiendo como antes. Sí puedes comer comidas picosas, y una dieta variada probablemente haga que el bebé no sea tan caprichoso con la comida porque con la leche ya está probando lo que tú comes. La leche materna siempre es mejor para el bebé que cualquier fórmula y no importa lo que tú comas. Por supuesto que debes comer una dieta balanceada y nutritiva para mantenerte fuerte y saludable. Quizás notes que tienes más hambre que de costumbre. Eso es de esperar porque amamantar quema hasta 600 calorías más al día. Aquí tienes más información sobre cómo comer y hacer ejercicio cuando estás amamantando.
Quizás escuches...
"Las mujeres que fuman no pueden amamantar".
La verdad es...
Aunque es mejor no fumar si estás amamantando, la leche sigue siendo mejor para el bebé que la fórmula, incluso si fumas. Si fumas, hazlo enseguida después de cada toma, no antes. Es más peligroso para los bebés respirar el humo de segunda mano que lo que les pasas a través de la leche. Asegúrate de que nadie fume mientras carga al bebé o si están en el mismo cuarto o en el carro con el bebé.
Quizás escuches...
"Las nuevas mamás siempre se están enfermando, y eso significa que tienes que dejar de amamantar."
La verdad es...
Por lo general, puedes seguir amamantando aunque estés enferma. El bebé estará expuesto a cualquier enfermedad que tú tengas, pero la leche le dará los anticuerpos necesarios para combatir la enfermedad y le ayudará a mantenerse sano. Si cambias a la fórmula cuando estás enferma, el bebé no recibirá los anticuerpos que le protegerán de la enfermedad.
Quizás escuches...
"No puedes tomar medicamentos si amamantas".
La verdad es...
Si amamantas, siempre es mejor hablar con el doctor antes de tomar cualquier medicamento. La mayoría de los medicamentos son seguros si estás amamantando porque solo una parte muy pequeña del medicamento pasa a la leche. Si el medicamento que tomas no es compatible con la lactancia materna, el doctor puede recomendarte otro.
Quizás escuches...
"Si estás enojada o molesta o si haces demasiado ejercicio, esto afecta la calidad de la leche".
La verdad es...
La leche materna siempre es fresca y segura. Tus emociones no hacen que la leche cambie o que dejes de producirla. Es normal que la leche materna fluya más lentamente si estás molesta, pero sigue siendo buena para el bebé. Amamantar también produce hormonas que ayudan a calmarte. Hacer ejercicio es bueno y saludable para las nuevas mamás y no hará que la leche se seque o se amargue. El doctor te dirá cuándo puede empezar a hacer ejercicio sin riesgo después de dar a luz.
Quizás escuches...
"La lactancia hace que se caigan los pechos".
La verdad es...
¡No es cierto! Las investigaciones muestran que la lactancia materna no hace que se caigan los pechos. El embarazo y el envejecimiento pueden afectar el tejido mamario. Mantener un buen peso, llevar un brasier deportivo mientras haces ejercicio y no fumar te ayudará a conservar la forma de los pechos.